Muchos pasteleros saben que la distribución uniforme del glaseado de mantequilla o huevo determina el aspecto de los productos horneados acabados.
Un pincel normal, enviado al congelador durante 15-20 minutos antes de su uso, hace verdaderas maravillas con la masa, informa el corresponsal de .
La superficie fría evita que la mantequilla del hojaldre se derrita prematuramente, manteniendo la textura aireada. Esto es especialmente importante cuando se trabaja con masa de arena, que pierde rápidamente su forma al entrar en contacto con utensilios calientes.
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Un pincel helado es ideal para engrasar bandejas y moldes de horno: el aceite se extiende en una capa fina y uniforme, sin rayas. Se olvidará de la situación cuando la masa se pegue a la superficie a pesar de todas las precauciones.
El mismo método funciona al aplicar clara de huevo batida a la superficie de tartas y bollos. El frío impide que la clara se cuaje antes de tiempo, lo que garantiza una corteza dorada perfecta al hornear.
Tras su uso, el pincel es fácil de limpiar, ya que la grasa solidificada no tiene tiempo de penetrar profundamente en las cerdas. Esta sencilla técnica cambia radicalmente la calidad del horneado casero, haciéndolo indistinguible del horneado profesional.
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