La mayoría de la gente tira las cáscaras de naranja y limón sin remordimientos, sin darse cuenta de sus asombrosas propiedades.
Estos productos aparentemente de desecho contienen aceites esenciales y ácidos orgánicos que pueden resolver una docena de problemas domésticos, según un corresponsal de .
Basta con secar las cáscaras a temperatura ambiente o en un deshidratador para obtener un producto de limpieza y aromatizante natural. La cáscara triturada puede añadirse a las pastas de limpieza caseras para conferirles propiedades antibacterianas y una fragancia fresca.
El polvo de cítricos es especialmente eficaz contra las incrustaciones calcáreas en griferías y superficies de cristal del cuarto de baño. Los ácidos disuelven suavemente los depósitos minerales sin rayar el revestimiento, a diferencia de los productos químicos agresivos.
Para potenciar el efecto, mezcle la ralladura con una pequeña cantidad de bicarbonato y dilúyala con agua hasta obtener la consistencia de una crema agria espesa. Esta pasta es muy práctica para limpiar fregaderos de cocina de acero inoxidable: empiezan a brillar literalmente.
Las cortezas secas se pueden utilizar como aromatizante natural para armarios y frigoríficos colocándolas en bolsas de tela. Absorben eficazmente los malos olores, dejando un sutil aroma cítrico.
Este método convierte los residuos en un recurso valioso, ahorrando dinero en la compra de productos especializados.
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